Judith Núñez Ludeña
de 34 años, madre de Rachel -la niña de menor edad que haya recibido un trasplante
de hígado en el Perú- nos cuenta desde su experiencia las dificultades y deficiencias
a falta de infraestructura, especialistas y medicamentos, que aún mantiene el Hospital Nacional Guillermo Almenara (el único que hace este tipo de cirugía) por la poca acción de las autoridades competentes.
¿Es cierto que solo hay
trasplante pediátrico de hígado en el Almenara?
Sí es el único.
Cuando Rachel se enfermó la lleve primero al hospital Sabogal, a una clínica
particular, le hicieron varios exámenes hasta que después de tanto me mandaron
al Almenara porque le diagnosticaron ausencia de vías biliares y no la podían
atender ahí, porque no había especialistas. En el Almenara me dijeron que tenía
cirrosis y empezaron con el tratamiento a los cuatro meses de edad
¿Es complicado el proceso para
llegar al trasplante?
Nos hicieron
exámenes de compatibilidad y efectivamente lo éramos, de ahí mi hija entro en
una lista de espera, porque los que se operaban eran aquellos que cumplían con
el peso y se encontraban perfectamente de salud. Si tu niño(a) tenía gripe ya
no se operaba y podía morir sin recibir la operación
Por lo pequeña que
era Rachel no la querían operar y además
que aún no llegaba a su peso. Había niños que estaban esperando antes que
Rachel. Todo fue casual
En una charla del jefe del departamento de Trasplantes de órganos del Almenara, José Carlos Chaman Ortiz, mi hija gritaba y gritaba desesperadamente, tenía la bilirrubina demasiada
alta. Y cuando terminó su exposición, le dijo a Rachel: “Ah! Tú eras la que no
me dejaba hablar”, y ella le miraba a los ojos. Y yo le dije: lo que pasa
doctor es que yo he venido para que la vean a mi hijita, ella tiene 12 de
bilirrubina ¿es normal? Él contestó que era imposible. Le mostré los resultados
de sus análisis, en ese momento le hicieron otro examen y volvió a salir la
misma cantidad. El dio la orden para trasplantarla, gracias a esa orden fue
programada para la operación a pesar de su edad y peso.
Si esto no hubiera
sucedido, probablemente Rachel no hubiera ni siquiera llegado a la operación
¿La
lista de espera se respeta?
Aparentemente se
sigue un orden, es engañosa, no se respeta, solo entran los que no se enferman
y como nadie los cuida casi ninguno entra en esa supuesta lista.
¿Mantienes
contacto con el hospital?
Voy al Almenara en
algunas ocasiones, conozco a varios doctores, enfermeras, y madres de los
pequeños que estaban en tratamiento, ellas me visitan o sino yo lo hago, nos
reunimos y compartimos experiencias. Hace poco vino a mi casa la madre de
Brisa, la niña que falleció, porque no había oxígeno.
¿Quién
llevó el caso de su hija?
El encargado era el Dr. Fernando Bobadilla Chang (médico pediatra), pero solo momentáneamente porque tenía su clínica. La doctora Tayana Bedregal era
la única que veía por estos casos a pesar de que ella no era contratada.
Cuando estuvo
Rachel trabajó un año sin paga, porque le agarró cariño. Y ahora yo no sé cómo
estén haciendo, porque la doctora Tayana ya no trabaja en el Almenara.
¿Cuánto
tiempo pasabas en el hospital?
Todo el día. Nadie
cuidaba de mi hija, no había enfermeras y a veces venían porque les ofrecían un
pago extra si ayudaban en el área de trasplante pediátrico. Tenía que limpiar,
ordenar su camita, bañarla, darle su comida y sus medicinas, ver que no se
cayera, dormía amarrada a mi Rachel, la cama era demasiado insegura.
En el hospital se
olvidaban de darle sus medicamentos, media su leche por eso me daba cuenta.
Después de un tiempo ya no podía más, el cuerpo no me daba, tuvimos que
contratar una enfermera particular
¿Los medicamentos son costosos,
los encuentran con facilidad?
Bastante
costosos y difíciles de conseguir, la mayoría están en EEUU. Había que mandarlo
a traer con otras personas, conocidos porque si no era imposible y a veces
tenía que esperar meses. Por suerte yo tenía algunos familiares y amigos que
viajaban y me hacían el favor. La leche era cara y las pastillas costaban cerca
de 120 dólares en frascos pequeños. Gasté bastante. Si no tienes los recursos
no llegas al trasplante.
¿Cómo hacías?
Mi suegra, mi
esposo, mi cuñada, mi papá, mi mamá. Hacia mis actividades… y así la pasé
¿Y
los demás pacientes podían acceder a esos medicamentos?
No nadie los ha
comprado, yo soy una de las pocas que lo ha hecho. Rachel ha tenido lo que nadie.
¿Qué
pasó después del trasplante?
Luego de la operación
pasaron alrededor de seis a siete meses y su barriguita seguía hinchada y nadie
se dio cuenta de que algo andaba mal. Y hasta que se puso bastante mal, la entubaron como tres veces. Al final ya no
podía comer, porque todo lo botaba.
Llegar hasta el
trasplante no es sencillo, pero si afortunadamente lo consigues es bastante probable
que, como pasó con Rachel, todo sea en vano, porque no había tratamiento, no
había pediatras especialistas, ni
intensivistas, no había una sala para los niños, no había nada. No contrataban
más enfermeras, tenían que pedir personal prestado. Además, no hay espacio, nos
prestaban un pequeño ambiente en pediatría, a cada rato la querían botar a
Rachel, no internaban a ningún niño. A las criaturas los tienen de aquí para
allá, de arriba para abajo, los botan como cualquier cosa. Rachel se quedó por
recomendaciones, porque si no hubiera sido imposible, pero murió.
Si hubiera habido
infraestructura y cuidados Rachel estaría bien. Aún ahora el trasplante
pediátrico sigue igual, los pequeños siguen muriendo.
¿Cuál
fue la causa real de la muerte de Rachel?
Hubo negligencia.
Rachel increíblemente murió por desnutrición, ellos dijeron que fue por falla
multiorgánica y eso no es cierto, su hígado, corazón, riñones y demás órganos
funcionaban perfectamente.
Lo que sucedió es
que se le pegaron las tripitas en su intestino y cuando la operó el doctor
Chaman, que es un especialista en trasplante adulto pero no pediátrico, en vez
de tomarse el trabajo de despegarlas una por una, se las cortó. Desde ahí mi
hija ya no asimilaba los nutrientes, lo botaba todo, se volvió flaquita, todo
un huesito.
El doctor Chaman
se cree Dios, decía que era fácil, pero no pudo .Debería haber especialistas
tanto para el área de trasplante adulto como para pediátrico, que no hay.
¿Qué
hizo el hospital luego de que murió Rachel?
Nada. Lo peor de
todo fue que pasado un mes del fallecimiento de mi hija, fui al hospital y vi a
Rachel en la televisión de Es salud, decían: “Gracias a nuestros médicos la
vida de esta niñita cambio y ahora la tenemos junto a nosotros”. La tenían como
imagen de Es salud como si estuviera viva. Después también hicieron pancartas
en Mega plaza.
¿Cuántos casos de trasplantes
pediátricos de hígado exitosos se han realizado en el Almenara desde que
atendieron a su hija?
Desde
2008 han sobrevivido ocho niños: Cielo, Carlitos y Karla y otro pequeño. Cuando
yo estaba fallecieron como 30 niños(as) .Muchos mueren desangrados, los más
pequeñitos.
¿Han
tratado de mejorar la situación a través de la organización Trans Hígado que maneja
el doctor Chaman?
No hablan del
tema, no les conviene porque pierden
¿Por qué cree que no se
implementa lo que falta?
Son
corruptos, egoístas y codiciosos. En adultos esperas que alguien muera y trasplantas, y encima tú les puedes ofrecer
algo y te ponen antes que el otro.
Cuando es en adulto, ellos escogen a quien trasplantar. Pero cuando es en niños
deben de tener un cuidado especial, tienen que ver que llegue hasta la
operación.
¿Por
qué no denunció todas las irregularidades?
En ese entonces (cuando
Rachel aún estaba viva) me pedían varias entrevistas, me llamaban de todos los
canales, como sabía todo lo que pasaba dentro del hospital, pero estaba entre
la espada y la pared, no podía darlas ,porque era dejar en el suelo al
Almenara. A pesar de las diferencias, de alguna u otra manera, el Sr. Barrios
(Jefe de los hospitales Es salud) me apoyaba y no podía morder la mano que me
daba de comer.
Si hablaba con la
prensa, era a la de Dios, me podían hacer caso y apoyar más o simplemente me
dejaban de apoyar. En ese momento era mejor mantener lo que poco que tenía a perderlo
todo
Cuando mi hija
murió, ya no tenía fuerzas, mi mundo se vino abajo. Ya no podía, lo único era
tratar de olvidar.
¿Ha
logrado superar la muerte de su pequeña?
Aún no la supero.
Cuando voy al hospital y veo a los niñitos me acuerdo de todo y se me cae el
alma. La vida en el hospital es horrible, lo peor. Y nunca pude llevar a mi
hija a una clínica, porque no existía la cirugía.
¿Si
pudiera retroceder el tiempo hasta cuando lo haría?
Hasta que me
enteré de que mi hija estaba enferma, porque ya sabría cómo curarla y no
hubiera perdido tanto tiempo, lo más importante.
Me gustaría hacer
un blog o una página para contar mi
experiencia, para escribirles y decirles cómo pueden ayudar a sus hijos. Voy a
hacerlo con las fotos de Rachel, pienso titularlo Niños que viven esperando un trasplante
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